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lunes, 1 de julio de 2024

Nazareth - 'Snaz

Emerge del silencio un rasgueo de guitarra, de una esquina recóndita que no podemos atisbar, un rasgueo que nos resulta familiar y que va intensificándose. De fondo se empiezan a escuchar las primeras voces entusiastas y vitoreantes, que paladean el momento. Entra por fin la voz de McCafferty tras ser anunciado por los charles y el teclado de Darrell Sweet y John Locke, respectivamente; estamos en Vancouver, en el Pacific Coliseum, en algún día de Mayo de 1981, y compartimos la excitación del enloquecido público en lo que es un aniversario en toda regla. Este mes se cumplen 41 años del lanzamiento de uno de los más fundamentales álbumes en vivo de la Historia del rock...¿exagerado? En realidad estamos ante el primer y único "live album" de lo que podríamos llamar la etapa dorada de Nazareth, y puesto que ellos son fundamentales para la Historia del rock, este "'SNAZ" también tiene el derecho de serlo. Así, o "THIS IS NAZARETH", como en un principio quisieron llamarlo, es un trabajo peculiar por el modo en que llegó a la discografía de los escoceses; si bien otros grupos coetáneos aprovecharon su momento de mayor popularidad (la década de los '70) para brindar a aquellos fans que tenían difícil el moverse de casa la oportunidad de disfrutar de la rabia, fuerza y carisma que despedían sobre un escenario (todos los grandes: Sabbath, Tull, Purple, Priest, Lizzy, AC/DC), esta idea parecía no calar en sus miras y se dedicaron únicamente al estudio de forma oficial. Mientras que un "live" suele marcar un punto y aparte en la carrera de una banda, para Nazareth eso lo significó, en su forma más literal y rigurosa, el cambio de época; su adaptación a los '80 fue absoluta como les sucedió a ZZ Top o a los mencionados Tull mientras su "line-up" mutaba y se hacía más grande. Ya en 1981 han publicado el extraño y flojo pero relativamente bien recibido "THE FOOL CIRCLE", y entonces piensan en grabar sus actuaciones a lo largo de su nuevo tour por los EE.UU.; "Queríamos acumular suficiente material para un gran doble directo, por eso esperamos tanto", explica el vocalista. Y por fin sucedió. En tierras canadienses realizan un show de altura acompañados por teloneros nada desdeñables (Trapeze y KROKUS), y como no podía ser de otra manera lo inicia "Telegram"; en esta ocasión la profundidad del escenario dota de un cariz más épico y musculoso a esta monumental ópera rock sobre los avatares de la vida en la carretera del artista musical. Impacta el efecto que produce la gutural y ronca voz del cantante, ya que la interpreta con una fuerza inusitada, algo en lo cual contribuye Bill Rankin, joven guitarrista escocés de las filas de The Sensational Alex Harvey Band y amigo de Zal Cleminson recién admitido en Nazareth. Se consigue así un notable equilibrio entre el desenfreno "rockero" de su Gibson y el estilo más clásico y blues de Manny Charlton a su Fender. Proseguir el repertorio tras el éxtasis conseguido con la explosiva "Razamanaz" nos deja claras las intenciones de que los muchachos han venido para deleitarnos con sus clásicos y que tan bien los pueden tocar ahora como en aquellos tiempos; la inclusión de Locke y sus alegres teclados sirve para dar una dimensión mayor, más versátil a la música. Esto quedará demostrado en los siguientes temas que rematan la cara "A" del primer disco. Nada menos que "I Want to do Everything for You", "This Flight Tonight" y "Beggar's Day", tres de los imperecederos clásicos, con los que Nazareth siguen segregando esa esencia de los '70 sucia, directa, cruda, inundada de blues de pub de pueblo, que siempre les acompañó. La cara "B" apuesta por introducir a los fans en sus tiempos modernos y hacerles ver que en directo las canciones mejoran bastante; y es cierto, pues las originalmente tocadas por el AOR, el pop, el soul, incluso el funk "Every Young Man's Dream", "Heart's Grown Cold" y "Big Boy", poseen una energía extra de la cual carecían en estudio. Aquellos que los hayan visto sabrán que los escoceses nunca defraudaron sobre un escenario. De hecho el directo, como les ocurría a la inmensa mayoría de sus compañeros de profesión, era su arma perfecta, el mejor modo de expresar la fuerza de su música y su talento, un talento que sin duda usan para hipnotizar a la audiencia; así responden de enfervorecidos cuando escuchan "Java Blues" y "Cocaine", en medio de las antes nombradas, dos piezas clásicas del blues, una de Rick Danko y la otra de John Cale, las dos plenas de ritmo y sabor añejo de carretera, neumático y bar. Modernizadas y más veloces según nuestros muchachos, e incluida la segunda en "THE FOOL CIRCLE", gracias a ellas el espectáculo no pierde su clase ni su buena onda. Merece la pena abstraerse en los momentos cumbres de la embarrada en dejes reggae "Cocaine", esos en los que el público grita el título, y casi te puedes sentir allí mismo (de hecho tú también la vitoreas inconscientemente). El segundo disco se inicia con dos de los éxitos más conocidos de la recién iniciada década de los '80 del grupo, "Holiday" y "Dressed to Kill", con sus estribillos azucarados pero de nuevo menos pop y más rock en este ambiente; su efecto amable e inofensivamente "aorero" se disipa con los primeros golpes de batería de Sweet anunciando "Hair of the Dog", la que por fin enloquece de verdad a los presentes, y que un servidor jamás escuchó a McCafferty cantar con tanta garra y chulería como aquí. El acostumbrado "A son of bitch!" coreado por el público no falta como tampoco el solo de "talk box" camuflado de gaita de McCafferty (con la que tan bien promueven su país de origen y sus raíces), y un duelo vocal entre éste y sus fans a pleno pulmón gritando una y otra vez el título de tan mítico tema que les encumbró tan solo seis años antes. Instante catártico donde los haya que parece olvidarse rápidamente debido a los frenéticos acordes de "Expect no Mercy", donde aquél y sus compañeros se tornan "heavies" durante unos minutos; la acidez del desgañite del cantante es el lubricante para las notas asesinas de Charlton, un maravilloso matrimonio sonoro. Y si creíamos que más alto no podían llevarnos viene a corroborar nuestro fallo su mítica versión de "Shapes of Things/Space Safari"; casi sin modificarla a como es interpretada en "RAMPANT", podemos disfrutar de sus rasgueos ásperos, los altos tonos de McCafferty (no tan agudos como antes, por desgracia) y el intermedio épico con Sweet, Pete Agnew y Charlton combinando a la perfección sus instrumentos y Rankin saliéndose por la tangente de vez en cuando para ofrecer algún que otro solo inesperado. Esto nos hace preguntarnos por la presencia de más canciones en la cara "B" de este segundo disco. La versión de los Yardbirds podría haber sido la guinda perfecta de la noche, sin embargo lo que nos encontramos es uno de los "medios-tiempos" de "THE FOOL CIRCLE" y de los cortes más empalagosos, tediosos y flojos de toda la discografía de la banda: "Let me Be your Leader", distinguida por sus "reverbs" de fantasía y la melosa voz del vocalista (algo erróneo hasta la náusea pues tenían la infinitamente mejor "Pop the Silo" y no la escogieron). La obligatoria "Love Hurts" compensa con creces este desajuste, no obstante a un servidor nunca le ha caído en gracia escuchar dos baladas juntas; el ritmo desciende y la atmósfera pierde fuerza. Olvidado y perdonado gracias a otra versión: "Tush", aldabonazo de ZZ Top de sus mejores tiempos muy bien adaptada al concepto escocés y con el vocalista y su troupe amoldándose al descarado boogie de Gibbons, un fin de fiesta a toda marcha, veloz y divertido, donde cabe destacar un incendiario solo por parte de Locke a sus teclas, si bien todos y cada uno de los integrantes dan lo mejor de sí mismos a lo largo de un show de más de hora y veinte sin cortes (y eso, señores, es digno de admiración). El orden del "track list" no es el adecuado quizás, y si tanto material habían acumulado durante años resulta raro encontrar ese cúmulo de versiones de artistas ajenos... Pequeños errores que no empañan una obra que captura lo que es una lección de hard rock en su forma más pura y vibrante y a expensas de un grupo que estaba en su momento cumbre (si bien es cierto que al año siguiente realizarían su obra maestra de la década, "2XS", merecida de figurar en un "live album") antes de irse a pique por culpa de las tendencias de moda. Para curiosos decir que publicaron un vídeo de la gira, aunque con un repertorio algo distinto y filmado en Texas, donde podemos ver, gracias a un importante despliegue de medios y de pura actitud sobre el escenario, lo grandes que aún eran los escoceses y cómo se camelaban a las masas desde el primer segundo. Canción favorita: "Telegram" Dan McCafferty: Voz/talk box Manny Charlton: Guitarra Bill Rankin: Guitarra Pete Agnew: Bajo Darrell Sweet: Batería/bongos John Locke: Teclados/piano

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